En 2005 Olivier Clerc relataba en su primera fábula, que si echamos en una olla a una rana con agua hirviendo, esta saltará. Sin embrago, si metemos la rana en la olla con agua a temperatura ambiente y vamos calentando el agua progresivamente, esta permanecerá en la olla hasta su muerte. Muchos dirán que lo que mató a la rana fue el agua hirviendo, pero en realidad, lo que la mató fue su capacidad de inacción. Gastó tantas fuerzas en molestarse para que todo siguiese igual, que cuando quiso saltar, ya no le quedaban fuerzas para hacerlo.
El desgaste por inacción, para no cambiar las cosas, puede aplicarse a todos los ámbitos de nuestra vida, y ¿por qué no entonces a nuestros espacios públicos y privados? Tenemos el derecho y la obligación a respirar aire puro, a divertirnos en nuestra vivienda y jardines públicos. Porque estar en casa no tiene porque ser aburrido, nace NorPromenade: para mejorar la calidad de vida y los paisajes. Deja atrás los espacios aburridos y súmate al cambio siendo ecológico.