Edward O. Wilson, biólogo de Harvard fue el primer científico que desarrolló de que las personas estamos irremediablemente vinculadas a la naturaleza y este contacto es esencial para un desarrollo psicológico y físico en plenitud.
Más tarde Erich Fromm también usó el término biofilia desde un punto de vista psicológico.
Wilson se basa en que más del 99% de la historia de la humanidad ha estado ligada estrechamente con la naturaleza. La vida organizada a través de la caza y la recolección de frutos nos ha convertido en seres biocéntricos. La vida tal y como la conocemos hoy en día (dominada por la producción a gran escala y la coexistencia en medio de entornos urbanizados, con poca o nula presencia natural) supone menos del 1 por ciento de la evolución del ser humano en el tiempo.
Esos millones de años de unión tan profunda de nuestra especie con la naturaleza hace que las personas tengamos “fijada en nuestro ADN” la necesidad de estar en contacto con el resto de seres vivos, ya sean animales o plantas.
Nuestro proceso de evolución habría marcado para siempre sentimientos positivos y emociones ligados al paisaje y la vida natural.
Muchas de las más importantes dolencias de nuestros tiempos podrían tener que ver con un grandísimo déficit ante aquella naturaleza que nuestros antecesores experimentarían de manera cotidiana y extensivamente.
Está científicamente demostrado que un déficit de naturaleza afecta a nuestra vida, nuestro bienestar y nuestra salud.
BIOFILIA Y ARQUITECTURA: TENDENCIA DE PRESENTE Y FUTURO: No estamos hablando de algo pasajero o de una moda. La utilización de la Biofilia ha venido para quedarse.
Integrarla en la arquitectura es algo tan sencillo como introducir elementos de la naturaleza en los espacios donde pasamos tiempo.
Puede ser desde algo tan sencillo como introducir elementos naturales como plantas, abrir las vistas a un jardín, incentivar la luz natural, simular las formas de la naturaleza…hay muchas opciones.
Estos conceptos se han utilizado desde hace siglos (recordemos que los primeros hospitales estaban conectados con un jardín como elemento de recuperación). La diferencia es que en la actualidad sí estamos teniendo datos que pueden medir y demostrar científicamente los beneficios asociados.
BIOFILIA EN EL INTERIORISMO: En los últimos tiempos se está experimentando una gran demanda de proyectos donde se introducen los principios de la biofilia en el diseño de interiores. Teniendo en cuenta un informe realizado por la OMS, que asegura que las personas pasan hasta el 90% de su tiempo en el interior de los espacios (hogar, trabajo, lugares de ocio…), la biofilia se ha convertido en una herramienta clave en el interiorismo y la decoración para generar espacios de bienestar. Existe una moda que quizás será transitoria en lo que respecta a lo estético, pero la conciencia por la salud integral es una tendencia que seguirá creciendo exponencialmente.
En Norpromenade no sólo realizamos proyectos para exterior si no que también aplicamos todo nuestro conocimiento en zonas interiores como pueden ser centros de trabajo, jardines indoor, patios interiores, etc.
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